¡Hola queridos suscriptores de Nazareting!
Esperamos que esta nueva entrega de nuestra Newsletter te ayude a descubrir, crecer y revitalizar tu vocación.
A todos nos gusta soñar sobre nuestro futuro: hacer grandes planes, imaginar logros y ver cómo alcanzar todo lo que deseamos. Pero, ¿qué sucede cuando el futuro nos lleva en una dirección inesperada? Puede que las cosas no salgan como esperábamos, pero eso no significa que nuestro propósito no esté allí, esperando ser descubierto.

CUANDO LAS COSAS NO SALEN COMO PLANEAMOS.
Uno de los desafíos al pensar en el futuro es recordar que, aunque soñemos y trabajemos, nuestros planes pueden tomar un giro que no esperábamos. Así como aquellos tres árboles en un bosque, que soñaban con ser un cofre de tesoros, un barco para reyes, o el árbol más alto del bosque, nosotros también podemos tener sueños grandiosos. Pero cuando las cosas no salen exactamente como habíamos planeado, ¿estamos abiertos a que nuestros sueños se cumplan de una manera diferente?
A veces, lo que puede parecer un fracaso de nuestros planes resulta ser algo mucho más profundo y poderoso. Quizás, como esos árboles, en realidad estamos siendo preparados para algo que ni nosotros podemos imaginar.

NO TODO SE MIDE EN LO QUE LOGRAMOS
En la vida, es natural desear tener éxito, lograr cosas importantes, o alcanzar estabilidad económica. Pero, ¿qué es lo que realmente importa? La verdadera riqueza no siempre se encuentra en los logros o en lo que poseemos, sino en nuestras relaciones y en vivir con sentido.
Una pareja joven hablaba sobre sus planes, y el esposo decía: “Voy a trabajar duro y algún día seremos ricos.” Pero su esposa, sonriendo, le recordó: “Ya somos ricos, porque nos tenemos el uno al otro. Algún día tendremos dinero.” Tal vez esto nos haga recordar que, en cada paso que damos hacia el futuro, debemos valorar lo que ya tenemos y lo que nos rodea. La verdadera riqueza puede estar en el presente.

VIVIR EL PRESENTE SIN ANSIEDAD.
Pensar en el futuro es emocionante, pero también puede ser abrumador. La ansiedad por lo que vendrá nos puede impedir disfrutar del hoy. Un péndulo de un reloj se quejaba de que tendría que hacer tictac millones de veces en su vida, y temía no poder hacerlo. Pero el relojero le dijo: “Haz un tic cada vez y disfruta de cada uno.” Así, nos recuerda que debemos vivir cada instante sin abrumarnos por el tiempo o las metas, porque un día veremos que cada paso fue suficiente para llevarnos a donde necesitábamos estar.
Preguntas para Reflexionar:
- ¿Cuándo haces planes, tienes en cuenta el Plan de Dios sobre ti?
- ¿Mis planes de futuro son por algo que realmente merece la pena?
- ¿El pensar en el futuro me permite VIVIR el presente?
Comparte con Nosotros
¿Qué significa para ti pensar en el futuro? ¿Cómo imaginas tus próximos años? Nos encantaría saber tu visión y reflexiones. Comparte tus pensamientos y participa en esta conversación.

Versículo para Inspirar tu Futuro
“Confía en el Señor con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él allanará tus sendas.” (Proverbios 3:5-6)
Recuerda, aunque el futuro es incierto, puedes confiar en que estás en el camino correcto si caminas con fe y propósito.
¡Gracias por unirse a nosotros en esta reflexión!
Esperamos hayas disfrutado de esta edición de nuestra newsletter y que te haya resultado inspiradora.
¡Hasta la próxima entrega!
Saludos fraternos.
Hermano Roberto Cabello
Coordinador del Equipo Vocación Sa-Fa